• Las materias primas son el único activo que ahora mismo está barato
  • En el pico de la burbuja de los bancos centrales no es mala idea comprar mineras de oro

No es la primera vez que desde Azvalor asumen que su gran error de omisión ha sido Inditex. «Ser españoles y no ser capaces de haber visto su potencial es una cura de hulmildad», ha explicado Álvaro Guzmán, director de inversiones, en el marco de su III Conferencia Anual de Inversores. Dicho esto, tras las caídas en lo que va de año (es la peor acción del Ibex 35), confiesan que «empieza a ser interesante», matiza. «Es aún muy pequeña en China y Estados Unidos, los 6 millones que genera en Asia se pueden convertir en 12 y los 4 millones de Estados Unidos en 8», vaticinan. En paralelo a esto, Internet ha supuesto una pequeña disrupción y la venta online ha hecho que otros jugadores tengan más ventajas. Sin embargo, «creemos que su modelo va a seguir y tiene potencial de crecimiento en Asia y EEUU. La estamos mirando», afirman.

En su librería hay unas 500 empresas, pero solo se quedan con negocios sencillos y que, además, tengan algún problema temporal que haya afectado a la cotización. «Hemos ganado dinero en el 90% de las compañías vendidas», remarcan.

Azvalor Iberia tiene un potencial del 52% actualmente, «atractivo», aclaran. Son 80 compañías invertibles en España y Portugal y sabemos los puntos de entrada de todas ellas, «a medida que el mercado fluctúe aprovecharemos para entrar», adelantan.

Su gran apuesta: las ‘commodities’

La confianza de Azvalor con el mercado de materias primas es integral: «Las materias primas son el único activo que ahora mismo está barato», explican, en un contexto donde las compras de los bancos centrales han generado «compradores forzosos» y un mercado con «inflación de los activos».

De hecho, dos terceras partes de su cartera internacional están relacionadas con este sector. Un porfolio al que otorgan un potencial alcista del 108% desde el nivel actual, «bastante prometedor» y tirando por el «rango bajo», aseguran. «Al final, el 80% de las compañías acumulan caídas de más del 50% desde los máximos precedentes», justifican.

El uranio es una de las commodities que les gustan. Parece que la energía nuclear tiene los días contados pero, en realidad, el mercado del uranio está creciendo, en 2017 creció y se espera con casi total seguridad que lo siga haciendo en 2018. Hay muchos reactores que están cerrándose, pero se están construyendo otros. Hay unos 400 reactores en todo el mundo y esperan que haya 510 o 520 para el año 2025. «Todos los productores de uranio ahora mismo están perdiendo dinero», añaden.

Otro ejemplo es el cobre. Hace dos años tuvieron Antofagasta, que ya han vendido, y también Grupo México, donde ganan un 30% y aún creen que hay potencial. «Pensamos que habrá un déficit de cobre en 2 ó 4 años. China ha vivido un súperciclo y durante años ha consumido más del que le hace falta, a partir de ahora va a haber una menor demanda», explican. A pesar de ello el stock per cápita acumulado en China sigue siendo una fracción de lo que tenemos en occidente. Por no mencionar otros países donde el consumo es insignificante. «Llevamos años en que prácticamente no ha habido inversiones en el sector y es cada vez más difícil producir cobre», vaticinan. «Pagamos 10 veces beneficios por estar invertidos en el mejor activo del mundo», rematan.

En los tanqueros o buques petroleros invierten a un tercio el valor contable de los activos. «Los valores de los activos están deprimidos y estamos comprando a una fracción de ese valor», arguyen. La deuda/ebitda no es lo más relevante que hay que mirar en ellos porque es de los sectores más cíclicos y sugieren que hay que atender a otras ratios de apalancamiento. «La deuda ebitda es alta porque los beneficios están deprimidos», añaden.

Con respecto al petróleo, «las tasas de reemplazo de las producciones son muy bajas, pensamos que se puede producir un déficit de crudo pronto», argumentan.

El oro es otro de sus caladeros. «En el pico de la burbuja de los bancos centrales donde nos encontramos, no es mala idea comprar mineras de oro, que cotizan en mínimos de los últimos 30 años», sugieren. No ven a China como un problema, sino que los riesgos en la minería son otros, como un mal equipo gestor que tire el dinero fácilmente generado o una expropiación, que no se dan solo en África, también se dan en Canadá. «Evidentemente, si China tuviera un parón se vería afectada. Pero la realidad es que todas las buenas noticias de China se leen como una burbuja y, de momento, ahorran bastante más que nosotros», justifican.

Sobre agricultura, aseguran que han «mirado las empresas de potasio en profundidad. A largo plazo serán inversiones interesantes, pero, al contrario, no nos parece que sea el momento porque los productores de potasio están ganando todavía».