• La crisis económica derivada de la pandemia obliga a las empresas cotizadas a hacer acopio de liquidez.

Aunque suene extremo, los analistas hablan de supervivencia de las empresas con esta crisis que nos ha traído la covid-19. El objetivo es sobrevivir y para ello cuanto más dinero tengan las compañías y dependan menos de la deuda, más posibilidades tendrán de aguantar y sortear esta pesadilla. Y ese intento de fortalecerse pasa por reducir o eliminar la parte del beneficio que se destina a retribuir a los accionistas, es decir, el dividendo. El inversor tendrá que esperar a la recuperación de la economía y su traslado al beneficio empresarial para volver a las cifras de 2019, cuando las cotizadas españolas dieron a sus accionistas 30.544 millones de euros.

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Beltrán Parages, socio fundador y director de Relación con Inversores de Azvalor explica los motivos de estas decisiones: “Hoy, parece que lo interesante es que las compañías fortalezcan su capacidad de autofinanciación lo máximo posible y por tanto parece muy prudente que hagan buen usos de esos recursos, siendo el beneficio anual el más lógico, para aumentar esa capacidad de autofinanciación sin tener que recurrir al aumento de deuda o la venta de activos o acciones de la propia compañía. Y además garantizar la supervivencia en esta crisis es el principal reto de las empresas”.

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