Entrevista en Tu Dinero Nunca Duerme a Javier Campos, Socio y Analista Senior de Azvalor, y Cogestor del fondo Azvalor Iberia
En un año especialmente brillante para la renta variable española, el fondo Azvalor Iberia ha logrado una revalorización cercana al 30%. Sin embargo, Javier Campos —Socio, Analista Senior y Cogestor del vehículo junto a Álvaro Guzmán de Lázaro y Fernando Bernad— insiste en que lo mejor aún está por llegar. Durante su paso por el programa Tu Dinero Nunca Duerme, Campos defendió que el verdadero atractivo del fondo no reside tanto en su evolución reciente, sino en el potencial latente de sus empresas participadas.
“Lo que más nos ilusiona es lo que no se ve”, subrayó, en referencia al free cash flow yield de doble dígito al que cotiza actualmente la cartera. Este margen de seguridad, unido al “banquillo de ideas” que preparan para sustituir posiciones cuando agoten su recorrido, es lo que alimenta la convicción de los gestores en un futuro prometedor.
El fondo, concentrado en compañías que el equipo de Azvalor lleva siguiendo muchos años y conoce bien, mantiene como denominador común negocios sólidos, con exposición internacional, bien gestionados y adquiridos a precios muy atractivos. Esa divergencia entre precio y valor es, según Javier Campos, la fuente de retornos extraordinarios a largo plazo. Y aunque el mercado ibérico es reducido, la gestora sigue encontrando oportunidades relevantes.
Entre los ejemplos más reveladores que compartió, destacó el caso de Elecnor. En 2019, cuando apenas ninguna casa de análisis la cubría, Azvalor ya defendía que su división concesional valía por sí sola más que toda la compañía, lo que dejaba el negocio tradicional prácticamente gratis. Con la acción entonces en torno a 11 euros, el tiempo acabó dando la razón a la gestora: la venta de su filial de parques eólicos por 1.800 millones confirmó el valor oculto, y hoy el título se mueve en torno a 23 euros, a los que habría que sumar 9 euros de dividendos extraordinarios. En seis años, la acción prácticamente ha triplicado su precio. “Cuando el mercado se equivoca tanto, al final acaba reconociendo el valor”, resumió el cogestor del fondo.
Javier Campos subrayó que este tipo de operaciones ilustran la esencia del Método Azvalor: análisis profundo, visión contracorriente y paciencia inversora. De hecho, recordó que su propio patrimonio —y el de sus familiares— está invertido en los fondos de Azvalor, un compromiso que simboliza el Skin in the Game al que alude Nassim Taleb en su famoso libro.
Preguntado por el sector tecnológico, Javier fue tajante: Azvalor no invierte en grandes tecnológicas porque no cumplen sus tres criterios esenciales: que el negocio sea comprensible, que se pueda estimar con certeza cuánto ganará en la próxima década y que cotice a un precio razonable. En un sector marcado por la disrupción y el constante relevo entre ganadores y perdedores, esa previsibilidad se desvanece. “Nos gustan más las compañías cuyo futuro podemos anticipar con alto grado de confianza”, explicó.
En tiempos en que los índices bursátiles cotizan a múltiplos exigentes y el peso de la tecnología domina las narrativas, Azvalor reivindica la vigencia de un estilo clásico, basado en el valor intrínseco y la paciencia. Si el caso de Elecnor es un botón de muestra, su Iberia aún guarda recorrido para quienes sepan esperar.
Fuente: esRadio