El Economista: ¿Qué le diría a un inversor que tiene el cien por cien de su cartera en renta fija?
Álvaro Guzmán: Le diría que como llegue la inflación le van a expropiar su dinero. La renta fija es lo más peligroso. En Argentina, antes de la crisis, la gente que tenía bonos se levantó un día y sólo tenía un 30 por ciento de su dinero, porque el peso cayó contra el dólar y ya no se ha recuperado nunca. La renta fija ha tenido una revalorización bestial en los últimos 20 años y es quizás lo que más en burbuja está.
Extracto de la entrevista a Álvaro Guzmán en el Economista, el 12 de noviembre de 2016
La inflación ha estado en el foco de un amplio e intenso debate en los últimos meses. Es un tema que afecta a todo, no sólo al mundo de la inversión, y tiene una influencia crucial en cuestiones tan importantes como el poder adquisitivo de los ciudadanos, la sostenibilidad de las pensiones, la competitividad empresarial o la rentabilidad real de las inversiones.
Uno de los objetivos fundamentales de Azvalor es mantener, y aumentar, el poder adquisitivo del capital a lo largo del tiempo. Y la inflación, que precisamente provoca la pérdida de valor del dinero, es una cuestión que siempre hemos tenido muy presente, incluso en los tiempos —como han sido estos últimos años— en los que éramos pocos los que creíamos probable su irrupción.
En el extracto de la entrevista que compartimos, Álvaro Guzmán de Lázaro destacaba, ya en 2016, el efecto pernicioso que tiene la inflación sobre las inversiones que no puedan protegerse ante la misma —especialmente sobre la renta fija—.