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Azvalor en la prensa

Álvaro Guzmán y Fernando Bernad: «Nunca empezamos por el precio, analizamos cualitativamente el negocio»

08/02/2017
  • Dos españoles lideran un fondo de inversión con foco en el value investing, que implica buscar negocios con valor sin acudir a «trucos», «modas» o complejos productos estructurados; cuál es su estrategia y qué se puede aplicar en la Argentina

Una vieja creencia popular dice que ciertos eventos en la vida suceden por alguna razón. Los españoles Álvaro Guzmán y Fernando Bernad se conocieron en Alemania, donde trabajaban para el fondo de inversión Best Capital. Juntos llevaron a la práctica el ideario de buscar negocios con valor (value investing) que pregona la escuela austríaca de economía.

Los resultados llegaron de regreso a España, donde trabajaron junto con Francisco Paramés en la gestora de fondos Bestinver, desde donde generaron un retorno medio anual del 16% (en dólares) durante casi 20 años sin acudir a «trucos», inversiones de «moda» o complejos productos estructurados. Lo lograron invirtiendo en acciones de empresas con un horizonte de largo plazo (cinco años como mínimo).

El value investing es una de las tantas estrategias dentro del menú de opciones para invertir. Su filosofía se basa en comprar negocios con determinadas características (poca deuda, ventaja competitiva, historial) a un precio «barato», el cual surge de una valuación y se puede medir por indicadores como precio/ganancias, ganancia/precio y precio/valor de libro, entre otros. Si el negocio es bueno, se compra a una baja valuación y se tiene la paciencia suficiente, el retorno será extremadamente satisfactorio.

Guzmán y Bernad, hoy dueños del fondo AzValor, recibieron a LA NACION en sus oficinas en Madrid para contar sus aprendizajes y consejos para el inversor argentino.

El año pasado fue difícil en cuanto retornos para un inversor a nivel global. Sin embargo, ustedes lograron en el fondo de renta variable global un 20,2% y en el dedicado a España un 15,6%. ¿Cómo lo hicieron?

Álvaro Guzmán (AG): Nuestra estrategia desde hace 20 años es la misma: encontrar negocios con alta rentabilidad, que estén baratos y cuyos directivos traten adecuadamente al accionista. Arrancamos 2016 comprando acciones de empresas de materias primas que habían caído hasta un 80%. Hacia fines de año tomamos ganancias de algunas de estas empresas porque en estos negocios suelen tener retornos sobre el capital (ROCE) demasiado bajos.

¿Cómo descubrieron la filosofía del value investing ?

AG: Yo llegué por medio de la curiosidad y la casualidad. De joven me fui a Alemania a practicar el idioma y terminé trabajando en un fondo de inversión, cuyo director trabajó con Peter Lynch, el dueño de Magellan, por aquel entonces el fondo más grande del mundo. Esta oportunidad se potenció con otros dos eventos. Primero, comencé a leer y preguntar mucho: leí los clásicos como Lynch, Fisher, Graham y los reportes anuales de la empresa de Warren Buffett. Segundo, me esforzaba más que la media, me quedaba hasta casi una o dos de la mañana leyendo reportes y jugando con la plataforma Bloomberg.

Fernando Bernad (FB): Yo llegué gracias a que coincidí en estar en Alemania y en el mismo fondo con Álvaro. Él me pasó sus libros y comentarios hasta que yo mismo me convencí de que esta manera de analizar los negocios y plantearse una inversión es más coherente, más rentable y de sentido común que los clásicos análisis de la industria financiera en general.

Cuando se iniciaron en el mundo de las inversiones internet no estaba «democratizada», mientras que hoy un cliente puede contrastar lo que se le ofrece y habla con propiedad. ¿Cómo les afecta esta sobredosis de información a la hora de invertir?

AG: Agrego que los clientes o los jóvenes estudiantes tienen hoy la posibilidad disruptiva de poder invertir en acciones de valor por ellos mismos, casi sin ayuda. Ahora, como toda disrupción, tiene lo malo y lo bueno. En cuanto a lo malo, se fomentó a que todos quieran ser Warren Buffett e inclusive muchos sitos ofrecen tal o cual método con el fin de replicarlo. Entonces empieza a jugar lo positivo, es decir, te fuerza a hacer muy bien tu trabajo, tu análisis, tu síntesis y mantenerse transparente ante el cliente.

FB: Pienso que el exceso de información no pega de lleno a una valuación. Sí creo influye en el manejo de las emociones. Invertir en acciones exige paciencia y disciplina. Si uno vende al primer rumor que publica un diario tira por la borda el trabajo hecho, aunque cuando suceden estas ventas hay que aprovechar el miedo de los otros y comprar.

¿Cuál es el rasgo que hay que tener cuando el precio de una empresa cae un 40%?

AG: Es uno de los diferenciales de esta estrategia de inversión. Cuando llegan las nubes y comienza la lluvia todos aquellos que se decían «inversores de valor» salen corriendo en vez de creer en su valoración y comprar más. Creo que un analista o inversor debe tener los rasgos de la paciencia, la disciplina, la síntesis y la convicción, y tener un equipo que lo arrope en los momentos malos.

Otra tendencia disruptiva a nivel mundial es la inversión pasiva canalizada mediante ETF o índices. ¿Lo viven como una amenaza para los fondos comunes de inversión?

AG: Me parecen el mejor invento que demuestra que el capitalismo siempre logra reinventarse haciendo lo mismo, pero más barato. Como buen invento capitalista, ayuda a premiar a aquellos fondos comunes que generan un valor al cliente y tira por la borda a quienes no lo lograron. Mientras nosotros generemos un valor seguiremos haciendo lo que nos apasiona.

FB: Vale mencionar que los fondos de inversión pasivos como el ETF son ideales para todos aquellos que no se sienten hoy seguros de saber analizar un negocio. Para quien esté comenzando a invertir, lo mejor es que deposite su dinero ahí mientras se educa. Pero nunca debe dejar el dinero en la caja de seguridad o en un plazo fijo.

¿Cómo se logra tener un «círculo de competencia» y cómo se empieza?

FB: Lo primero es que el círculo tendrá escrito dentro los nombres de los sectores sobre los cuales uno siente que entiende o tiene un expertice por haber trabajado en tal rubro o empresa. Lo segundo es que conviene enfocarse en el mercado local de tu país, porque allí uno conoce cómo es la atención del banco, los precios de los terrenos o quién y cómo se dan los permisos. Lo tercero es iniciarse con negocios que puedan imaginarse con cierta facilidad en el futuro.

AG: Yo recomendaría leer mucho y sobre varias empresas del mismo sector, hablar con proveedores y con el sector de relaciones con el mercado de cada empresa posible. El mentor en este negocio es principalmente uno mismo.

¿Se equivocaron con alguna inversión?

AG: ¡Sí, claro! De hecho, hicimos un estudio de todas las empresas con las que perdimos dinero y las causas principales fueron que tenían mucha deuda o que sufrieron la disrupción de una nueva tecnología. Por ejemplo, compramos diarios porque estaban regalados, nos fue bien, pero luego llegó Google y nos robó los clientes.

¿Cómo analizan un negocio para una eventual compra?

AG: El tiempo debe ponerse en analizar cualitativamente el negocio y poco tiempo en modelar los ingresos. Nosotros preguntamos: a) ¿el negocio existirá en 10 años?; b) ¿ganará más dinero que hoy?; c) ¿por qué seguirá ganando más dinero en 10 años? (se debe analizar el mercado, la competencia y el pasado del sector para ver quién creció más en ventas o ganancias y por qué); d) ¿cuál es la visión temporal e incentivos del directorio? o ¿los dueños tienen dinero invertido?; e) ¿cuáles son las variables controlables y no controlables por la empresa? Por último, ver la situación financiera, donde vale preguntarse si tiene mucha o poca deuda y si la empresa puede sobrevivir a un mal momento en la economía.

¿Miran los ratios de valuación?

FB: Nunca empezamos por el precio. Invertimos la energía en analizar cualitativamente el negocio. Como tampoco buscamos cuál va a ser el catalizador para que el precio suba de hoy a mañana.

¿Esto que se puede aplicar en otros países?

AG: Claro que sí, pero aquí entra en juego el círculo de competencia; cuánto se sabe sobre tal empresa en tal país. Por qué te crees mejor que los cientos de analistas de ese otro lugar. Entonces, sí se puede aplicar este método en la Argentina, Brasil o los Estados Unidos.

¿Qué consejo les darían a los jóvenes que se están iniciando?

AG: Que no busquen hacerse ricos rápidos y que se pregunten para qué realmente quieren el dinero que pueden ganar con las inversiones. Que encuentren, en cambio, aquello que los haga felices y esto tiene que ver con hacer algo que les guste y que sientan que no están trabajando.

FB: ¡Coincido! Por algo somos socios. Complemento: sean lectores y aprendan contabilidad y lo básico de matemática financiera.

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