Uno de los sectores más castigados en la Bolsa de Londres durante los últimos años ha sido el de los proveedores de servicios públicos. Estos grupos viven de realizar diversas actividades para las administraciones, desde gestionar hospitales a prisiones, pasando por el manejo de los sistemas informáticos de los ministerios o el alumbrado público de las ciudades.
La aversión general de los inversores a esas compañías; entre las que figuran, Serco, Capita, G4S, Interserve, CariIlion, Mitie o Amey (esta última es filial de Ferrovial y no cotiza); se explica por tres golpes consecutivos. Primero, la austeridad del Gobierno y los ayuntamientos de Reino Unido desde 2010 redujo su principal fuente de ingresos. En 2016, el referéndum del Brexit ralentizó la economía británica, paralizando inversiones privadas y obligando a nuevos ajustes en las finanzas públicas. Y desde las elecciones de junio, existe el temor a una victoria en los próximos comicios del líder laborista Jeremy Corbyn, quien incluye en su ideario la necesidad de reducir la externalización de servicios y de subir los salarios mínimos.
Los dos primeros factores han provocado un reguero de reestructuraciones y caídas de beneficios en las empresas del sector. Y la amenaza de Corbyn hace que, por ejemplo, Morgan Stanley incluya a Carillion, Serco, G4S y Capital en la lista de empresas que más sufrirían con un Gobierno laborista.
En este negro escenario, la gestora española de fondos Azvalor (que maneja 1.750 millones en activos) cree haber encontrado una oportunidad. La firma fundada en 2015 por varios exgestores de Bestinver acaba de aumentar por encima del 5% su participación en Serco, posición valorada en 55 millones de libras (63 millones de euros).
En noviembre de 2016, Azvalor comunicó a la Bolsa de Londres que tenía el 3% de Serco. Entonces cotizaba a 140 peniques. Tras una mala trayectoria bursátil durante 2017, ahora está en 102 peniques. Lejos de deshacer posiciones, esta caída ha sido aprovechada por el grupo español para subir al 5%, nivel alcanzado el 5 de diciembre.
Alvaro Guzmán, uno de los socios de Azvalor, explicó en la última conferencia anual con inversores de la gestora que Serco es atractiva por su buen equipo directivo, su baja deuda tras ampliar capital en 2015 y por una valoración que no recoge sus beneficios futuros.
Ayer, la empresa subió un 6,7% tras anunciar que su beneficio de 2017 estará enlabanda alta de lo esperado. Pese a ello, Merrill Lynch no le da mucho recorrido: sitúa su precio objetivo en 105 peniques. «Puede llevar más años de lo previsto a Serco alcanzar sus objetivos a largo plazo, por la incertidumbre política», dicen los analistas de este banco.