- La productora de uranio canadiense ganó el jueves un litigio que poco tenía que ver con la materia prima, pero que le ha proporcionado una subida a dos dígitos en apenas días
Golpe de timón para una de las joyas de la corona de azValor. El jueves pasado, la cotizada de uranio más grande del mundo, Cameco, ganó un litigio clave para su futuro, llevando al valor a revalorizarse más de un 13% en un solo día y volver a rozar los máximos del año.
La empresa es una de las mayores apuestas de la gestora ‘value’ española azValor. La entidad impulsada por Álvaro Guzmán de Lázaro, Fernando Bernad y Beltrán Parages tiene, según los datos del primer semestre, un 7,3% de su fondo de renta variable internacional invertido en este valor.
Los datos del tercer trimestre serán publicados en las próximas semanas, pero cabe matizar que Cameco es un valor por el que azValor International, un fondo muy expuesto al sector de las materias primas, lleva apostando desde hace tiempo, incrementando su inversión en los últimos trimestres.
La inversión en valor parte de una filosofía que busca generar rentabilidades positivas de forma consistente con una visión largoplacista —con lo que las gestoras ‘value’ buscan conseguir participaciones en empresas de calidad a un precio por debajo de su valor intrínseco, con la expectativa de que crezca a largo plazo.
El litigio poco tiene que ver con la industria del uranio ‘per se’: es una resolución del tribunal de impuestos de Canadá a favor de Cameco en cuanto a la conformidad de los negocios en el exterior de la empresa con las leyes fiscales del país.
Sin embargo, la noticia ha bastado para disparar el rendimiento anual de la compañía: en tan solo una semana, Cameco ha pasado de cotizar con un incremento anual del 1,6% a acumular un alza del 15% en lo que va de 2018.
Sin relación con el uranio
Pero ¿qué dicen estas subidas del futuro de la compañía o del sector? El mercado del uranio se ha visto en los últimos años muy lastrado por el miedo a la energía nuclear, especialmente a raíz del desastre de Fukushima (Japón) en 2011.
Así, los precios de esta materia prima llevan años volando bajo, pero, últimamente, noticias como las intenciones de China de apostar por la energía nuclear para recortar en contaminación o incluso las nuevas aperturas en Japón apuntan a un posible renacimiento del sector.
Cameco ha estado recortando en proyectos de producción y exploración en los últimos años para ajustar sus fundamentales al ritmo del mercado, así, la empresa puede mantener un buen ‘cash flow’ (en el segundo trimestre se situó en los 1.674 millones de dólares canadienses) pese a las horas bajas del sector. Sin embargo, esta visión más largoplacista y cautelosa de sus proyectos podría mermar su habilidad de aprovechar oportunidades en caso de que el sector del uranio dé un vuelco a corto plazo.
La empresa tiene un PER (veces que se repite el beneficio por acción en el precio) de 52 veces, un múltiplo considerado caro. Sin embargo, según el consenso de analistas de Bloomberg, el 41,7% de estos recomienda comprar,frente al 8,3% que apuesta por vender en Cameco.