Fernando Luque, editor de Morningstar, entrevista a Javier Sáenz de Cenzano, gestor del fondo Azvalor Managers
MORNINGSTAR: ¿Cómo se selecciona a los gestores de Azvalor Managers?
Javier Sáenz de Cenzano: Invertimos en Managers cuyo ADN sea similar al nuestro en Azvalor, en términos no necesariamente del proceso de inversión, pero sí de cultura corporativa. Buscamos boutiques que sean propiedad de los empleados, donde estos inviertan su propio capital junto con los inversores, especializadas en un solo tipo de estrategia, con un tamaño de activos razonable y con capacidad limitada, con un proceso de inversión orientado a conocer muy en profundidad cada compañía a través de un análisis detallado y siempre con un horizonte de inversión a largo plazo. Buscamos equipos de inversión que lleven gestionando inversiones de forma exitosa durante al menos dos o tres décadas. Y sabemos que en el mundo hay, literalmente, cientos de miles de fondos. Para el inversor particular medio es muy complicado tratar de elegir en qué fondos invertir. Sólo en España hay más de 30 mil. Lo que hacemos en este fondo es dedicar todo nuestro tiempo y toda nuestra energía a analizar gestores y descartamos el 99% de los que analizamos, hasta llegar a aquellos que consideramos que son de la máxima calidad.
MORNINGSTAR: El fondo lo ha hecho francamente bien estos últimos años, especialmente en 2021, 2022 y este año. ¿Cuáles son las perspectivas de cara al futuro? No a corto plazo, sino pensando en los próximos meses.
JSC: Bueno, realmente no sabemos lo que va a hacer el mercado a corto plazo, como bien dices. Y en realidad, las rentabilidades históricas que comentabas ya son pasadas y no son necesariamente predictivas o representativas de lo que puede ocurrir en el futuro. Pero yendo un poco más allá, y viendo cuál es el nivel de valoración del fondo (a qué nivel de valoración cotizan las compañías que tenemos en la cartera), la verdad es que está en un punto muy, muy interesante para una inversión a largo plazo. Por dar un par de datos: la cartera cotiza a un ratio de precio/beneficio de alrededor de 5 veces, que es uno de los niveles más bajos de la historia del fondo, y que compara con una media del mercado que está en torno a 17 veces. Luego el fondo está a un descuento de, aproximadamente, el 70% frente al mercado. Y otro dato significativo: la rentabilidad implícita según los flujos de caja libres que generan las compañías que hay en la cartera está en más del 17%. Tenemos en cartera, por tanto, compañías con una fuerte generación de flujos de caja, flujos que han crecido en los últimos años, que les permite tener balances muy sólidos, en algunos casos han reducido deuda, han aumentado el dividendo, están haciendo recompra de acciones… Creemos que las compañías están en un punto muy interesante para una inversión a largo plazo. Y el fondo tiene mucha exposición a pequeñas compañías, lo que ha hecho que tengamos un buen número de compañías opadas (que han sido adquiridas por un tercero) en los últimos años, lo cual tiene sentido, es consecuencia natural de una cartera de este tipo: con compañías de muy alta calidad, a unos precios muy interesantes, que son candidatas muy atractivas para inversores industriales, competidores, proveedores, incluso clientes o agentes financieros, como pueden ser fondos de private equity. Y la pregunta es «¿Cómo puede estar la cartera tan barata?». En resumen, llevamos una década de expansión monetaria sin precedentes, lo que ha hecho que una parte del mercado esté muy cara y otra parte del mercado esté muy barata. La divergencia entre esa parte cara y esa parte barata está en un extremo que no veíamos desde hace casi 25 años. Desde Azvalor creemos que la mejor forma de proteger el capital y generar buenas rentabilidades a largo plazo es comprar barato, y en este sentido creemos que los mejores años para el value, en general, y para los fondos de Azvalor, en particular, están todavía por llegar.